Además de mejorar vidas con productos pioneros, Kenvue impulsa el cambio positivo a través del cuidado diario hecho realidad. Valiéndose del permiso de voluntariado*, integrantes del equipo de todo el mundo tienen la posibilidad de aportar a causas que tienen un significado especial para ellos. Los tres miembros de Kenvue marcan la diferencia en sus comunidades a la vez que contemplan su trabajo desde una nueva perspectiva durante el proceso.
Tener la certeza de que los niños se sienten “seguros y cuidados” en un campamento especial
Hannah O’Connell, responsable global de Diseño de marca, Cuidado del bebé
Durante los dos últimos veranos, Hannah O’Connell ha ejercido de voluntaria en Experience Camps, una galardonada organización nacional sin ánimo de lucro en EE. UU. que transforma las vidas de los niños que han perdido un cuidador o un familiar inmediato a través de programas de campamentos de verano.
Este año, Hannah ha sido orientadora en el campamento de niñas de Maine y ha utilizado cuatro días de permiso de voluntariado para sumergirse plenamente en la programación del campamento, ayudando a crear un entorno de apoyo, diversión y seguridad emocional.
“Como orientadora de cabaña en Experience Camps, me aseguro de que todo el mundo se sienta seguro y cuidado —explicó Hannah— y realmente intento acompañar a estos niños como si fuera una amiga. La experiencia puede ser muy intensa, pero los niños son muy perspicaces. Dicen cosas que te dejan sin palabras. Y estos chavales tienen la oportunidad de forjar relaciones de amistad, lo que es una parte realmente hermosa de la experiencia. Poco a poco ves cómo el dolor y la alegría pueden coexistir”.
Puede sonar cursi, pero experiencias como esta te ayudan a poner todo lo demás en perspectiva. Te das cuenta del gran peso que tiene la comunidad, y eso era algo que realmente quería llevarme al trabajo.
Destacar el poder de la danza y las tarjetas de agradecimiento para el personal de enfermería
Michelle Lo, directora adjunta, responsable de Marketing y Análisis comercial
Este año, Michelle Lo comenzó a dedicar un día al mes para aportar a la comunidad, tanto entre semana con el permiso de voluntariado como el fin de semana, durante su tiempo personal. No solo participó en uno, sino en dos programas de gran impacto: un programa de danza inclusiva para personas con discapacidades y una sesión de escritura de tarjetas de agradecimiento para la celebración anual del Día del Personal de Enfermería de Singapur.
“El programa de difusión de la danza del YMCA une a voluntarios con adultos y adolescentes con discapacidades a través del movimiento y la amistad”, dijo Michelle. “Antes de la sesión, pregunté a los instructores cómo podía contribuir. La respuesta fue simple: “Solo hay que estar ahí. Ser un amigo”. No comprendí por completo lo que significaba hasta que lo vi en práctica”.
Lo que más llamó la atención de Michelle sobre el programa fue el hecho de que los instructores no simplificaban la coreografía. “Enseñaban exactamente las mismas rutinas que encontrarías en cualquier clase de cardio o baile y los participantes superaron el reto con alegría y energía”.
Michelle también se emocionó cuando, a través de una organización llamada The Achievers, escribió casi treinta notas manuscritas de agradecimiento al personal de enfermería de Singapur. “Como alguien que trabaja en el sector del cuidado de la salud del consumidor, comprendo de veras la importancia que tienen nuestros profesionales de la salud. Estas tarjetas fueron una pequeña muestra de la inmensa gratitud que les debemos”.
Ya sea en la danza o en el trabajo como en la vida, a veces lo más importante que podemos hacer es simplemente estar presentes. No liderar iniciativas ni intentar arreglar algo, sino estar junto a alguien y mostrar una solidaridad silenciosa.
Dar apoyo en la escuela para ayudar a los estudiantes a prosperar y prepararse para el futuro
Joanne Yeung, especialista en Recursos Humanos
Joanne Yeung, que trabaja fuera de Londres, se centra a diario en el crecimiento, el rendimiento y el potencial como especialista en Recursos Humanos en Kenvue. Su papel como consejera escolar voluntaria de la escuela (que surgió después de ver un puesto en la escuela secundaria de su hijo, St. Crispin’s) le permite poner en práctica esas mismas habilidades. Al usar un día de permiso de voluntariado, Joanne participó en una jornada escolar que le permitió conocer de cerca el funcionamiento del colegio y, además, asistió a reuniones de noche, en su tiempo personal, para seguir contribuyendo a la comunidad.
Trabajó estrechamente con el equipo directivo de la escuela para revisar el rendimiento y definir objetivos estratégicos; asimismo, ofreció orientación a los estudiantes para prepararlos para el futuro, asesorándolos sobre las habilidades más valoradas por las empresas.
“Es un papel que me ha permitido contribuir a la comunidad, además de ayudarme a conocer mejor cómo evolucionan y prosperan las personas”, comentó. “Esta experiencia ha fortalecido mi capacidad de ver el potencial de las personas, pensar estratégicamente en el desarrollo y crear un entorno en el que los estudiantes puedan alcanzar su máximo potencial”.
El voluntariado en su conjunto me ha recordado que el apoyo, la orientación y la oportunidad son valores universales, y que el impacto que tenemos en la vida de las personas a menudo va mucho más allá de lo que se especifica en nuestro puesto de trabajo. Es una labor muy valiosa y enriquecedora.
El permiso de voluntariado refleja verdaderamente un valor esencial de Kenvue: situar a las personas en primer lugar y recalcar la cultura de servicio y compromiso social de la empresa. La política (disponible en determinados mercados) permite a los integrantes de Kenvue estar presentes en sus comunidades, echar una mano e impulsar un cambio significativo en pos de una mejor salud y un planeta más saludable.
